Diana Bellessi y Úrsula Le Guin iniciaron una relación epistolar que empezó con obsequios de ramitas, capullos y algunas palabras, y se transformó en una amistad. De este vínculo surgió un fruto maravilloso: tradujeron mutuamente su poesía y la plasmaron en el libro "The twins, the dream / Gemelas del sueño", una publicación bilingüe en la que, además de los poemas traducidos, pueden leerste textos de las dos autoras sobre el trabajo de traducción. Compartimos algunos fragmentos:

Traduciendo a Ursula, por Diana Bellessi
Buenos Aires, 23 de octubre de 1994
"Querida mía, es una dulce mañana de octubre, domingo somnoliento sobre las calles aún silenciosas. Salgo a caminar y mis pasos me llevan al verde, el Botánico primero y el “bosque” después, así llamamos a estos parques: bosques de Palermo. Cuando dejé la isla y anclé en la ciudad, me acerqué a ellos lo más que pude, pero ahora hace meses que no vengo por aquí. Cada día salgo a vigilar los árboles en los alrededores de mi casa. Veo nacer los primeros verdes, delicadas filigranas casi invisibles, y su avance mágico, extraordinario, en coronas de hojas cuya variedad no cesa de maravillarme. Dejame que te los nombre en mi propia lengua: fresnos, arces, plátanos, paraísos, son los que abundan en las calles, de pronto un tilo, un árbol de Judea, el aura de un sauce. He caminado estas semanas bajo la embriaguez de los paraísos en flor, detenida frente al rosa único de los lapachos, y aún vendrán los jacarandaes azules de noviembre cuando las avenidas parecen un mar derramado, después las tipas de fulgor amarillo. Mis pasos me llevan al bosque y ya en él, como otras veces, lloro. De una felicidad inexpresable. Sin entender por qué me aparto de aquí. Todo lo que he hecho en mi vida ha sido, por alejarme de él, por retornar a él, el verde. 
(....)
Saludo la belleza que aún poseen tus poemas en castellano, una lengua generosa y sabia, alimentada por los países del Sur que la hablan con sus afluentes del quechua, el aymará, el mapudungun, el guaraní..., con sus resonancias itálicas aquí en Argentina. Los saludo y se, cuántos ecos se han perdido en la traducción, ecos plenos de sentido que toda palabra y todo juego sintáctico o sonoro porta en su idioma originario. Se de lo imposible que es toda traducción, y aún más del poema que pretende casi ser materialidad pura, el Bosque mismo, y nunca se consuela con ser solo su mención. Allí te pierdo, donde voy a buscarte. Sin embargo este libro ha sido nuestro mayor gesto de mutuo amor que reposa en un movimiento de alteridad, de dejar ser, en palabras, a la otra.
Que las aguas del Kiamath y el Paraná cobijen nuestras palabras, las vuelvan murmullo de agua del mismo continente, sin opresión ni tutelaje, como gemelos que son navegando hacia el gran río.
Te ama, tu puma

*

About translating Diana, by Ursula
Ella me escribió cartas sobre mis libros, cartas divertidas, locas y fascinantes que yo tenía que responder. Nos escribíamos una y otra vez. Ella hacía que mis cartas fueran locas, me encantaba escribirle. Fue divertido, fue fácil. Todo palabras. Amo las palabras.
De repente, inesperadamente, ella escribe: "Voy a verte. Estoy llegando desde Florida en el avión". Ahora estaba asustada. Ahora ya no era un juego de palabras, ahora era una persona, una poeta loca de Argentina volando hacia mi vida, desorganizándome. ¿Qué hago con ella, qué le digo, qué quiere de mí? Estoy en medio de un libro y no quiero parar por una extraña. Ella piensa que vendrá a ver a la heroína de los sueños que ella creó en su mente, y encontrará a una ama de casa de mediana edad que teme a la gente, tímida, egoísta, nada heroica, y se sentirá decepcionada. La decepcionaré, oh, ¿por qué viene?
(...)

Traducir es una excelente prueba para un poema. A veces se desgastan a medida que se frota, se pule, se raspa y se ajusta la versión. Ninguno de los poemas de "Tributo" se ha desgastado; sólo han crecido en matices y resonancia a medida que he podido profundizar en ellos. La referencia al terror político de los años en que fueron escritos sólo aparece con las ligeras alusiones en la segunda parte, pero como una gota roja esas pocas líneas colorean y oscurecen todo el libro. La pasión y la extrañeza de los poemas oníricos de la tercera parte conducen a la intensidad radiante de los poemas de amor y al esplendor terrenal y trascendente del último y mi favorito, "Isla".

 Gracias, mi puma de oro, por el regalo de tu poesía y de tu corazón.
 — Tu osita vieja
***

She wrote me letters about my books, funny, crazy, fascinating letters I ‘had to answer. We wrote back and forth. She made my letters crazy too, and I loved writing her. That was fun, that was easy. All words. 1 love words.
Then all of a sudden she writes. I' m coming to see you. I’m arriving from Florida on the plane. Now I was scared. Now it wasn’t a game of words any more, now it was a person, some crazy poet from Argentina flying into my life, disarranging me. What do I do with her, what do I say to her, what does she want from me? I’m in the middle of a book and I don’t want to stop for a stranger. She thinks she’s coming to see the dream-hero she’s made me into in her mind, and she’ll find a middle-aged housewife who’s afraid of people, shy, selfish, no kind of hero, and she’ll be disappointed, I’ll let her down, oh, why is she coming?
(...)
Translating is an excellent test of a poem. Sometimes they wear thin as you rub and polish and scrape and adjust your version. None of the later poems in Tributo have worn thin; they have only grown in nuance and resonance as I grow able to go deeper into them. The political terror of the years when they were written is touched on only by the lightest allusions in the second part, but like a drop of red dye those few lines color and darken the whole book. The passion and strangeness of the dream poems in the third part leads on to the radiant intensity of the love poems and the earthy-transcendent splendor of the final and my favorite, “Isla”.

 Gracias, mi puma de oro, por el regalo de tu poesía y de tu corazón.
 — Tu osita vieja