Había una vez un pobre leñador que quería casarse con la hija de un rico posadero. Este le dijo al enamorado que para casarse con su hija debía traerle tres plumas de oro del terrible dragón que vivía en lo más profundo del bosque. El joven, que era muy valiente, emprendió el camino.

Otra obra maestra de la ilustración donde la fantasía se vuelve arte y la tierra de la imaginación despliega sus páginas.

"El estilo de Esterl reproduce las características sobresalientes de las narraciones tradicionales, y aunque la obra está firmada, tiene el sabor de los relatos anónimos. Como en los cuentos de hadas clásicos, el apunte realista se mezcla con lo maravilloso sin ninguna problematización. Pero lo que vuelve excepcional este libro son las ilustraciones que lo acompañan. Las imágenes de Dugina y Dugin ocupan la superficie total de las páginas. Con perfección y creatividad asombrosas, parten de una estilización de las ilustraciones de libros infantiles del siglo XIX y siembran sus dibujos de detalles enriquecedores."
 

Nora Lía Sormani (La Nación)

Fondo de Cultura Económica