PSICOSIS 4:48 de Sarah Kane. Ed. Lumpen

 

Dramaturgia, 52 páginas, encuadernación abrochada, tapa blanda. Collage de tapa de Maja Yanel. De lumpen editorial

 

Un trip a través del alma abismada, de la conciencia desgarrada de una mujer brillante, desplegada de a ratos en forma de soliloquio, de historia clínica, de poema místico, de enunciados rítmicos. Fragmentos del dolor y de la resistencia ante las soluciones impuestas desde la dudosa ciencia de la psiquiatría para anestesiar y doblegar. La lucidez de las 4:48, hora resplandeciente en un cuerpo que ya no siente los efectos de las drogas administradas la noche anterior, hora en que “todos los pensamientos se unen en un instante”, hora en que más seres deciden terminar con su vida. Pero no se dejen engañar, aquí la forma y el contenido son una misma cosa, el lenguaje y la puesta en escena uno, muchos, múltiples dispositivos que subvierten, que convulsan las estructuras, porque no hay saber humano capaz de apagar la angustia del ser, porque la cura aquí es la adaptación a la gran mentira crónica sistémica e hipócrita de los cuerdos.

 

Psicosis 4:48 - Sarah Kane

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PSICOSIS 4:48 de Sarah Kane. Ed. Lumpen

 

Dramaturgia, 52 páginas, encuadernación abrochada, tapa blanda. Collage de tapa de Maja Yanel. De lumpen editorial

 

Un trip a través del alma abismada, de la conciencia desgarrada de una mujer brillante, desplegada de a ratos en forma de soliloquio, de historia clínica, de poema místico, de enunciados rítmicos. Fragmentos del dolor y de la resistencia ante las soluciones impuestas desde la dudosa ciencia de la psiquiatría para anestesiar y doblegar. La lucidez de las 4:48, hora resplandeciente en un cuerpo que ya no siente los efectos de las drogas administradas la noche anterior, hora en que “todos los pensamientos se unen en un instante”, hora en que más seres deciden terminar con su vida. Pero no se dejen engañar, aquí la forma y el contenido son una misma cosa, el lenguaje y la puesta en escena uno, muchos, múltiples dispositivos que subvierten, que convulsan las estructuras, porque no hay saber humano capaz de apagar la angustia del ser, porque la cura aquí es la adaptación a la gran mentira crónica sistémica e hipócrita de los cuerdos.